viernes, noviembre 10, 2006

LA UTOPÍA ENTRE EL BIEN Y EL MAL

El jueves 25 de Abril a las 5:00 p.m. se presentó una conferencia en el Auditorio Manuel del Cabral de la biblioteca central de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), con el tema “Las posibilidades utópicas del siglo XXI”, exponiéndolo la Doctora en filosofía y Profesora de la universidad del país vasco, Belén Altuna Lisazo.

En esta conferencia se trató dar a conocer de manera simplista, conceptos generales de la utopía y los giros que ésta ha dado a través de los siglos. En el siglo XVIII definían la utopía como realidades alcanzadas por reacciones políticas que cambian las estructuras sociales para acercarse a esa realidad y en el siglo XX se define que el hombre es antropológicamente utópico en donde siempre estamos soñando, pensando y proyectando el futuro que deseamos.

La conferencia estuvo dirigida a estudiantes en general. En esta conferencia dieron acto de presencia el Vice-Decano de la Facultad de Humanidades José Guerrero y el Director de la Escuela de Filosofía Julio Minaya.

La utopía en nuestras sociedades ha dado surgimiento a dos corrientes utópicas: la maximista y el minimista. La maximista sostiene que para que un sueño se haga realidad se deben eliminar todo lo que se anteponga a ese deseo, trayendo consigo violencia, guerras, desenlaces fatales, muertes, etc. Ej.: las guerras nazis, la bomba de Hiroshima.
La minimista sostiene que para hacerse realidad un sueño no es necesaria la violencia y las guerras, ésta es una utopía social, una utopía de mínimos que se quiere que sea a nivel mundial basada en los Derechos Humanos aprobada en 1948 por 48 países.

Belén Altuna, Doctora en Filosofía sostiene que en la actualidad hay mucha gente que quiere cambiar el concepto de utopía planteando utopías integrales o parciales, a la vez autores desean eliminar la tipología maximista en donde se reforman estructuras sociales sin violencia.

En el siglo XXI lo que se quiere son utopías privadas, Mario Vargas Llosa la define como buscar el placer y la felicidad individualmente (de una persona o de un grupo mínimo de personas conocidas que acepten la utopía sin que se les obligue a pertenecer a esa idea). Lo que se quiere en este siglo es redefinir la realidad pero sin violencia y guerras.

“Creo que ha sido revolucionario la invención de los Derechos Humanos, porque no se ha visto involucrada la sangre en unos derechos que nos hacen libres y dignos, nos hacen iguales en dignidad y en derechos aunque seamos naturalmente desiguales”. Así sostuvo la Profesora del país vasco Belén Altuna L.

También incidió en que los derechos humanos son derechos individuales, hechos para defender a los más débiles. Derechos que dan ejemplo de una revolución pacifica.

Actualmente hay pensadores que exponen que esa declaración de Derechos Humanos es la base para lograr una utopía minimista para llevarse a cabo mundialmente, lo cual representa un ideal común de la humanidad que respeta la dignidad.

De manera jovial la filosofa Belén Altuna Lisazo finaliza este acto contestando inquietudes de los estudiantes, sosteniendo que los Derechos Humanos no son una panacea que lo arreglan todo.

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